Desde caídas en los columpios, golpes practicando deportes hasta choques en casa al empezar a andar…Los traumatismos dentales en niños son muy frecuentes, de hecho se considera que es la segunda causa de demanda odontológica urgente después de la caries dental.
La mayoría de las veces son golpes que pasan desapercibidos y no les damos la importancia que se merecen. Pero es esencial conocer este tipo de traumatismos y saber cómo actuar para evitar complicaciones mayores.
Traumatismos dentales más frecuentes
Fractura: diente que sigue en la boca pero está roto
Según la gravedad puede ser que afecte sólo al esmalte del diente, a la dentina o al nervio.
Necrosis pulpar: sufrió un golpe hace tiempo y ahora su diente se ha oscurecido
Generalmente es porque presenta afectación de la pulpa (nervio dental) por causa del traumatismo y debe ser valorado cuanto antes por el odontopediatra para evitar la necrosis.
Avulsión dental: el diente ha salido por completo fuera de la boca
Se debe acudir a la clínica cuanto antes. En caso de que el diente sea de leche no se implantará de nuevo, pero podrán ser necesarias otras técnicas para no afectar a los dientes definitivos.
Luxación dental: el diente se ha hundido en el fondo del alveolo dentario
Dentro de las luxaciones por intrusión nos encontramos tres niveles:
- Leve: el diente que ha sufrido el traumatismo se aprecia un poco más corto que los otros dientes.
- Moderado: cuando el diente se aprecia más de la mitad metido hacia dentro.
- Grave: el diente ha desaparecido por completo dentro del hueso alveolar. Aquí entran en peligro toda la estructura ósea del diente y los tejidos que lo componen, nervios incluidos.
Los tejidos blandos también pueden verse afectados después de sufrir un golpe, y puesto a que tienen un gran aporte sanguíneo, es normal que sangren bastante. La ventaja es que, al tener un buen aporte de sangre, aunque los tejidos blandos se inflamen y el sangrado sea muy llamativo, suelen curarse en muy poco tiempo. Es el caso de contusiones en el labio o frenillo.
¿Cómo se tratan los traumatismos dentales en niños?
Traumatismos en dientes temporales
- En caso de fractura: si es leve no será necesario reparar el diente, a no ser que cause problemas en el desarrollo del diente definitivo. En muchas ocasiones con un pulido o pequeña reconstrucción habrá suficiente. Si el nervio está afectado habrá que hacer un tratamiento pulpar. En otros casos, puede ser necesario extraerlo por completo. Los incisivos superiores son los dientes que con más frecuencia sufren una fractura en los traumatismos, por problemas estéticos se puede reconstruir con composite o con la técnica que se considere más adecuada.
- Avulsión de un diente de leche: al tratarse de un diente de leche no se realizará un reimplante, es decir no se volverá a introducir el diente en su posición original. Pero igualmente debemos acudir al odontopediatra para valorar cómo mantener el espacio generado y evitar alteraciones infecciosas-inflamatorias o fonéticas.
Traumatismos en dientes definitivos
- En caso de una fractura leve: se intentará restaurar la pieza dental con composite o con un tratamiento de carillas. En ocasiones se puede volver a unir el trozo roto si está totalmente íntegro.
- Cuando hay una afectación en el nervio, se realizará una endodoncia. En este tratamiento se elimina parte del nervio del diente. Es el último recurso para poder conservarlo.
- Avulsión en los dientes definitivos: se debe reimplantar el diente en su alvéolo, aquí cada segundo después de la pérdida cuenta. En el caso de no poder volver a poner la pieza, se colocará un implante dental si el paciente ya ha terminado su etapa de crecimiento.
¿Cómo actuar ante un traumatismo dental en niños?
Debemos intentar mantener la calma. Si el niño es muy pequeño será complicado realizar una correcta exploración, pero debemos cerciorarnos que en caso de rotura o pérdida de la pieza dental este no se la traga.
Diente avulsionado
Si el diente es permanente es muy importante poder transportarlo cuanto antes al dentista. Procurar coger el diente por su corona (la parte que se ve de los dientes) sin tocar su raíz y transportarlo en un vasito con leche. Si no se dispone de leche, en los niños mayores, se puede transportar en la misma saliva (bajo la lengua o en el mismo hueco que ha dejado el diente). Cuanto antes sea reimplantado mejor será el pronóstico y menores serán las consecuencias.
Si el diente es de leche debemos acudir al odontopediatra para valorar cómo mantener el espacio generado y evitar alteraciones infecciosas o fonéticas en el pequeño, así como revisar las posibles heridas acompañantes en encía o labios para limpiarlas y curarlas.
Fractura del diente
Cuando el golpe evidencia la fractura de un trocito de diente, tanto en un diente de leche como un diente definitivo, es importante que se selle cuanto antes la zona fracturada. De esta manera evitamos cualquier tipo de infección y complicación futura.
Necrosis dental
Suele aparecer con el paso de los días. En el momento que veamos que el diente empieza a cambiar de color debemos acudir de inmediato al dentista. En ocasiones se puede observar en el mismo momento que el nervio resulta dañado. Puede aparecer un color rosado en el diente. Muchas veces la afectación pulpar se manifiesta como un granito encima del diente pero no siempre ocurre así.
Especialistas en traumatismos dentales en niños
Muchas personas le dan poca importancia a los casos de traumatismos dentales en dientes de leche, pero pueden conducir a malformaciones y problemas en el desarrollo de los dientes permanentes. Para evitar cualquier complicación futura es muy importante acudir cuanto antes al odontopediatra después de sufrir un traumatismo dental. Pese a que no observamos ninguna lesión es pertinente un correcto análisis clínico y visual por parte de un profesional que nos ayude a valorar posibles repercusiones internas.
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